Según ha indicado el Instituto Armado en una nota de prensa, las prácticas se enmarcan dentro de los ejercicios conjuntos que realizan los especialistas del Greim (Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña) junto con los miembros del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas).
Ambos equipos han llevado a cabo en esta ocasión, el descenso de dos barrancos enlazados, el Gorg Blau y su continuación, Sa Fosca, una mezcla de barranquismo que en algunos tramos se convierte en descenso subacuático, debido a las pozas llenas de agua que se encuentran a largo del torrente.
Este tipo de prácticas ayudan a los agentes a estar preparados para rescatar accidentados en cuevas subacuáticas, como fue el caso del rescate del espeleólogo Xisco Gracia de la cueva de Sa Piqueta el año pasado. El barranco de Gorg Blau y Sa Fosca está calificado como uno de los barrancos deportivos más espectaculares de Europa, según ha apuntado la Guardia Civil.
Debido a sus formaciones, dimensiones y orografía, está catalogado como difícil, por lo que se requiere experiencia en descenso de barrancos, conocerlo, tener destreza técnica en el deslizamiento con cuerda (rápel), usar traje de neopreno y poder maniobrar de manera autónoma.
Durante el recorrido total del barranco, se realizan más de 40 saltos.De los 2.500 metros de la parte más difícil y técnica, se recorren alrededor de una quinta parte en total oscuridad.
A lo largo de su orografía dispone de infinidad de toboganes, saltos, sifones, rápeles, destrepes, largas pozas e infinidad de formaciones rocosas, que se han de superar para llevar a cabo todo su recorrido.
Por ello, es un barranco sólo apto para excursionistas ya iniciados en este deporte. La falta de experiencia y preparación o la ausencia del material necesario provoca accidentes que requieren la intervención de los especialistas en montaña de la Guardia Civil.
En 2018, la Guardia Civil ha realizado hasta el momento tres rescates en el interior de este barranco.