Las cifras son cifras y la realidad empuja sin contemplaciones los discursos pasados ahora que afrontamos una nueva temporada turística con los precios de los alquileres galopando en un imparable crecimiento sostenido.
Una vez reconocida la indiscutible realidad de que la Ley de Alquiler Turístico no ha provocado un descenso en los precios, se ha de reconstruir el discurso para afrontar la falta de viviendas con elementos objetivos que permitan un acceso social universal a un hogar digno.
Así, la nueva propuesta del Govern a través de otra normativa, la de Vivienda, para conseguir aquello que con la de Turismo no se ha podido hacer no se merece tampoco el visto bueno de los protagonistas empresariales del sector.
De hecho, el incremento de los precios del alquile residencial se extiende hasta lugares de Mallorca muy alejados de las playas y zonas tradicionalmente vacacionales.