Y es que los principales dirigentes del consistorio palmesano insisten en mantener las condiciones bajo las cuales la Platja de Palma es un descontrol constante. Aurora Jhardi, José Hila y Neus Truyol no dan su brazo a torcer y continúan haciendo la vista a un lado de lo que sucede en la localidad, que pertenece a los municipios de Palma y Llucmajor. Así, la Platja de Palma es un hervidero de actividades ilegales que pasan supuestamente desapercibidas ante la mirada del tripartito palmesano.
En la operación han destruido cerca de 4.500 objetos decomisados de la venta ambulante en los últimos años, tras levantar un total de 79 actas de aprehensión.
Según han explicado, se trata mayoritariamente de gafas de sol de diferentes colores y modelos, collares, pulseras y pendientes de bisutería, peluches, gorras de béisbol, sombreros, y diademas, entre otras cosas.