Los hechos se remontan al 30 de abril por la mañana, cuando el autor fracturó la puerta de acceso del domicilio de la víctima, entró en él y cogió los tres teléfonos, antes de ser sorprendido por los dos perros de la propietaria. Uno de estos le mordió en la mano antes de poder escapar.
Cuando la víctima del robo regresó a su domicilio se encontró que la puerta de entrada había sido forzada y que uno de sus perros tenía restos de sangre en el hocico.
La víctima comenzó a sospechar de que el autor pudiera ser un hombre que normalmente pernoctaba en la calle y que ella conocía de hacía varios años, pues supo por familiares y vecinos de la zona, que había estado haciendo preguntas sobre donde vivía, el día del robo.
Además, también averiguó que el día después de los hechos le habían visto con un pequeño desgarro en la mano y que cuando le preguntaron por él, manifestó que había sido provocado por un perro al que quiso auxiliar tras sufrir un accidente en la carretera.
Las investigaciones policiales culminaron con la identificación y detención del presunto autor del robo que resultó ser la persona sobre la que la víctima sospechaba inicialmente. El detenido ha pasado a disposición judicial en este lunes.