La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha acusado a la oposición de utilizar la cuestión lingüística para "dividir" a la sociedad. "Me parece lamentable que se utilice a las administraciones del Estado para ir en contra de normativas que se han hecho siempre en estas Islas y que cuentan con el consenso del PP", ha advertido Armengol.
Por su parte, el alcalde de Muro, Martí Fornés, ha afirmado que "no hay que hacer polémica. Debemos intentar que los rótulos sean lo más coherentes posibles y si puede ser en más de dos idiomas, pero siempre los nuestros".
También se ha sumado a las críticas el primer edil de Maria de la Salut, Guillem Jordà. "Que me digan en qué peligro está el castellano en Baleares, todo el mundo sabe hablar castellano pero menos de la mitad saben catalán. Que intentemos potenciar el catalán y digan que el castellano está en peligro...".
El alcalde de Capdepera, Rafel Fernández, ha criticado que se utilice la Abogacía del Estado para ir en contra del catalán. “Estoy convencido de que el recorrido no será muy amplio, creo que sólo han querido hacer ruido" y asegurado que "se trata de una cuestión de posicionamiento interno dentro del Partido Popular entre Maria Salom y Biel Company”.
También desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) han criticado la decisión de la delegada del Gobierno, Maria Salom, a la que han pedido que "recapacite". Su presidente, Jordi Mora, ha señalado que dichas subvenciones “lo único que pretenden es fomentar el uso continúo del catalán, idioma visiblemente minoritario en cuanto a su uso en la rotulación tanto de comercios como de negocios de oferta complementaria”.
Por otro lado, la vicepresidenta de Actúa Baleares, Malena Contestí, ha asegurado que "no queremos que se destine ni un solo euro público a primar una lengua cooficial sobre la otra" y ha añadido que "no queremos que se use la lengua como lo que es, un tema cultural, sino como ingeniería de separación".