Este nuevo equipamiento ha quedado instalado en el recinto moderno del cementerio y presenta una capacidad de 48 cinerarios. Se trata de receptáculos con capacidad para dos urnas funerarias de tamaño convencional, por lo que en estos momentos la disponibilidad total se aproxima al centenar de "plazas".
La previsión municipal es poner en alquiler estos nichos (con capacidad de dos urnas cada uno) para un titular del derecho funerario y durante un período de cinco años, renovables. Por delante queda la aprobación de una ordenanza municipal que regulará todos estos aspectos de tasa, requisitos y condiciones de utilización.
Será el propio ritmo de demanda el que determine una posible ampliación de servicio que pasaría por la incorporación de nuevos módulos para los que, en toda caso, hay espacio suficiente.
El columbario presenta una estructura de granito gris rústico que se caracteriza por la sobriedad de su línea y se adapta a la estética general del cementerio. Los cinerarios podrán personalizarse con una lápida de mármol para la identificación de los restos de los difuntos y asimismo incluye un violetero con un soporte de acero inoxidable para ofrendas florales.
La inversión que ha realizado el Ajuntament se aproxima a los 15.000 euros y el proveedor es la empresa Folch especializada en este tipo de elementos.
El cementerio actual está en uso desde el siglo XIX. Hay constancia de que en 1921 se hizo un primer ensanche y posteriormente, en 1943 se hizo un tercer tramo o recinto moderno, que es exactamente donde ha quedado instalado el columbario.