Varios usuarios de la Empresa Municipal de Transportes de Palma (EMT) nos han hecho llegar varias quejas del mal servicio que se da al ciudadano. Los usuarios denuncian que los autobuses no llegan a la hora prevista, la aplicación no funciona correctamente y las máquinas de recarga de la tarjeta ciudadana muchas veces no cargan.
En concreto, los denunciantes critican que en muchas ocasiones los autobuses no cumplen con los horarios o no pasan por la parada cuando deberían. Los retrasos en el servicio son constantes y en según qué líneas de la EMT se suprimen servicios sin avisar a los pasajeros, teniendo que esperar en ocasiones más de 20 minutos para coger un autobús.
Igualmente, manifiestan que las esperas se alargan mucho más tiempo cuando el autobús viene lleno y hay que esperar al siguiente así como también durante el fin de semana y los días festivos ya que las frecuencias se reducen bastante.
Por otro lado, otra de las quejas viene de la aplicación de la EMT para consultar el tiempo que tarda en pasar el autobús por una parada concreta así como de los paneles informativos de tiempo. Y es que critican que muchas veces el tiempo que indican no coincide con la hora a la que llega el autobús. Asimismo, los usuarios critican que la aplicación suele fallar con frecuencia.
A la hora de recargar la tarjeta ciudadana de la EMT surge otro de los problemas con los que deben lidiar a diario los usuarios. Y es que sienten total desconfianza hacia las máquinas de recarga ya que aseguran que falla muchísimas veces e incluso se llega a tragar el dinero y no se efectúa la recarga.
Con todo, los denunciantes no entienden que las principales instituciones de las Islas quieran fomentar el uso del transporte público en lugar del transporte privado cuando el servicio que ofrecen es “muy deficiente” ya que con los autobuses de la EMT se invierte mucho más tiempo en llegar a un lugar e incluso hay que hacer varios trasbordos, por lo que mientras esto sea así, los ciudadanos seguirán usando sus vehículos privados.