Asimismo, en su escrito de acusación pide que se aplique una orden de alejamiento no inferior a 500 metros y la prohibición de comunicación por cualquier medio durante ocho años.
Supuestamente, en abril de 2014 el hombre se acercó a una menor de 11 años en Manacor, la agarró fuertemente por un brazo y la introdujo en su domicilio.
Una vez dentro de la vivienda, el acusado besó a la chica en la cara en repetidas ocasiones y mientras la tenía agarrada por el cuello, introdujo la otra mano en la zona púbica de la menor por debajo de la ropa, en contra de la voluntad de la menor. En ese momento la chica logró zafarse de su agresor y se marchó.
El acusado acreditó que en el momento de los hechos se encontraba aquejado de un trastorno por dependencia de alcohol, que le limitaba sus capacidades intelectivas y volitivas.