Vecinos, comerciantes, restauradores y la patronal de viviendas turísticas han querido mostrar al equipo de gobierno municipal su rechazo total a la propuesta de zonificación puesto que advierten que afectará muy negativamente a toda la ciudad, no sólo a los ciudadanos que se ganan un dinero extra para llegar a final de mes, a los servicios básicos y a la oferta complementaria.
Con todo, los únicos que han salido en defensa del equipo de gobierno de Cort han sido algunas asociaciones vecinales.
Con esta aprobación inicial, Palma se convierte en la primera ciudad que prohíbe el alquiler vacacional a pisos y lo limita a las viviendas unifamiliares. Hay que recordar, de todas formas, que se abre un plazo de 30 días para presentar alegaciones a la propuesta de zonificación. Veremos si el Ajuntament las tiene en cuenta o bien opta para seguir regulando dando la espalda a la mayoría de ciudadanos.
