De hecho, hoy mismo, a las 10:30 horas de la mañana el representante legal de la entidad ha declarado ante el juez Ismael Moreno. Los hechos investigados, y por los que CaixaBank está imputada, se remontan al año 2011 en que, presumiblemente, diez oficinas de la entidad catalana ubicadas en Madrid habrían colaborado con la mafia china en el blanqueo de dinero.
La Fiscalía Anticorrupción sospecha que entre los años 2011 y 2014, CaixaBank (gracias a su alianza con el gigante financiero asiático ICBC) habría transferido más de 90 millones de euros sin informar debidamente al Sepblac (el organismo encargado de prevenir blanqueos e infracciones económicas en nuestro país). Además, directores y trabajadores de entidades madrileñas de CaixaBank habrían permitido que ciudadanos asiáticos relacionados con los casos Snake, Emperador o Pólvora entre otros, hicieran ingresos en efectivo acompañados de facturas falsas o que utilizaran testaferros además de DNI falsos.
En los mismos años, entre 2011 y 2014, CaixaBank y la entidad financiera asiática ICBC firmaron contratos de corresponsalía, un hecho que habría favorecido enormemente la evasión de capitales por parte de ciudadanos chinos.
Este caso no está ayudando en absoluto a la buena reputación de CaixaBank que ha perdido más de 9.000 millones de euros en los últimos meses.