Desde la formación de izquierdas se cree que esta nueva propuesta llega tarde y mal, cuando ya hay cerca de 50.000 viviendas destinadas a esta finalidad.
Según Juanjo Martínez "esta propuesta, unos meses atrás, hubiera servido de algo, ahora significa sólo una primera pasa en el camino" y ha añadido "el que se tiene que hacer es regular y limitar los que ya existen, sólo de este modo podremos ver resultados en cuanto a reducción de la gentrificación en Ciutat y a abaratamiento de los precios de los alquileres residenciales."
Dando por hecho que no cambiará nada a corto plazo, desde Esquerra Unida, se ha instado al equipo de gobierno del Ajuntament de Palma a trabajar de forma seria en la regulación y limitación de las viviendas destinadas a alquiler vacacional para reducir el impacto negativo del turismo de cara a la siguiente temporada turística. Y se ha insistido en el hecho que, sólo desde la regulación y limitación del alquiler vacacional podremos hablar de una mejora sustancial para los habitantes de las Islas, quienes ahora mismo nos es insostenible vivir de alquiler a muchos lugares de las Islas debido al elevado precio provocado por este tipo de alquiler, que no tiene en cuenta a los residentes.