Según la plataforma, con la concentración no quieren protestar contra el turismo de manera indiscriminada, sino que su queja "se limita a la sobreexplotación turística de la isla, sin ninguna consideración por su cultura, naturaleza, recursos y gente".
Así, han reiterado que quieren "una Eivissa tranquila y pacífica", así como "respetuosa con los visitantes y respetada". "Queremos poder considerar el turismo una bendición, no un plaga", han reiterado desde PROU.
Asimismo, han afirmado querer unos "políticos conscientes sobre la necesidad de revertir la desastrosa situación actual, con voluntad de trabajar para mejorar la calidad de vida y recuperar la dignidad".