El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha liderado el ataque aéreo contra objetivos del régimen de Bashar al Assad por su presunto programa de armas químicas. La ofensiva ha estado apoyada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May.
Tanto May como Macron han explicado que su participación en la ofensiva contra Siria "no se trata de intervenir en una guerra civil" sino en un "ataque limitado y específico" coordinado entre Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
Ambos dirigentes europeos han recalcado que es intolerable que Siria siga usando armamento químico debido a que supone un "peligro" para el pueblo sirio y la "seguridad colectiva".
Cabe destacar que durante el ataque aéreo se han lanzado más de un centenar de misiles. Con todo, el régimen sirio ha asegurado que han derribado "la mayoría".
De este modo, los responsables militares estadounidenses han destacado que "el objetivo de nuestras acciones es establecer un importante componente disuasorio contra la producción, propagación y uso de armas químicas".