La institución ha afirmado que "de ninguna de las maneras, puede situarse al margen de la ley" y ésta indica que las plazas hospitalarias y residenciales deben estar físicamente separadas y los servicios y el personal segregado.
"Adoptar estas medidas en Cas Serres supondría la pérdida de plazas y servicios, además de unas largas obras de reforma en profundidad del edificio", han aclarado. Así, han explicado, se ha optado por una resolución que comporte cumplir con la ley y no perder ningún servicio sanitario y mantener todo el personal.
El Consell ha informado a los trabajadores de Cas Serres de la situación y así, el día 11 volverá a celebrarse una reunión ya que "los contactos serán constantes y regulares con la voluntad de que todo el proceso de transición se haga con la máxima transparencia", han explicado.
Para el Consell, es "legítimo y comprensible" la preocupación de los trabajadores por el futuro del Hospital-Residencia, aunque el "compromiso es máximo para que la solución sea la más satisfactoria para todos y, especialmente, para los pacientes".