En concreto, han presentado la campaña el presidente de Calvià 2000, Andreu Serra, la presidenta de Emaya, Neus Truyol, el vicepresidente de la empresa de servicios municipales de Manacor, Joan Sagrera, y el gerente de Emser Pollença, Tomeu Servera, según ha informado Emaya en una nota de prensa.
El objetivo es concienciar acerca de los problemas que generan las toallitas húmedas y otros residuos que no se deben eliminar por el inodoro. Se realizará una campaña de información con el lema 'No alimentes al monstruo', con una imagen de un monstruo formado por los residuos de toallitas en las redes de alcantarillado y depuradoras.
Esta campaña de comunicación está dirigida tanto a residentes como turistas -por lo que también se ha traducido al inglés-, así como a grandes generadores de residuos -hospitales, centros de atención social, residencias-, centros escolares y administraciones públicas.
Además del reparto de materiales gráficos, se difundirá la campaña en redes sociales, páginas web institucionales y se informará en ferias, centros educativos, asociaciones empresariales y negocios.
Por otro lado, la campaña promoverá la adhesión de los ayuntamientos a la declaración del sector internacional del agua respecto a los productos no aptos para tirar por el inodoro, como medida de presión para regular el etiquetado de estos productos de higiene personal.
Igualmente, proponen que los municipios recojan en sus ordenanzas la regulación de estas prácticas y sanciones. Precisamente, Calvià debatirá en el pleno de este jueves la ordenanza municipal reguladora de la red de saneamiento en suelo urbano. Desde el Ayuntamiento confían en que pueda servir de ejemplo a otros municipios para incorporar regulación en esta materia.
Para ilustrar el problema que supone el vertido de toallitas húmedas en las redes de saneamiento, los representantes municipales han explicado que sólo en el año 2017 Calvià 2017 realizó más de 2.500 intervenciones -reparación de averías, solución de obstrucciones...- por este motivo, con un gasto de unos 416.000 euros. El total de residuos retirados fue de 851 toneladas.
En el caso de Palma, se retiraron en un año más de 1.000 toneladas, con un coste de unos 400.000 euros.
Aparte de las toallitas, otros residuos que provocan estos problemas en la red son restos de alimentos, aceites y grasas, medicamentos y residuos sólidos como productos de higiene femenina, bastoncillos para las orejas o discos de algodón, entre otros.