Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la mujer participó ayudando a ocultar el origen ilícito del dinero.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de la víctima, un hombre de 53 años que sufre una minusvalía física que le obliga a ir en silla de ruedas, en la que manifiesta que el pasado día 19 de marzo se despertó en un hospital de Palma sin saber cómo había llegado hasta el mismo.
La víctima sospechó que su sobrino le habría podido dar mayor medicación de la que toma habitualmente para su invalidez física para, así, aprovechar su ingreso en el hospital y sustraerle un dinero que guardaba para pagar las obras que estaba realizando en su vivienda.
La víctima había acogido a su sobrino en su casa desde hacía dos semanas y este conocía que guardaba dinero en la silla de ruedas, ya que le vio entregándole 1.000 euros al maestro de obras para comprar material para la reforma.
A partir de la denuncia interpuesta por parte del tío del detenido, agentes del grupo de investigación de la Comisaría de distrito Oeste iniciaron diversas gestiones para esclarecer los hechos.
En este sentido, han informado que los autores se gastaron más de 18.000 euros en pocos días y en distintos conceptos, tales como dos vehículos de segunda mano por valor de 3.000 euros y 2.900 euros, diferentes electrodomésticos, el pago de seis meses en un gimnasio e incluso el inicio de un tratamiento dental presupuestado en más de 4.000 euros, entre otros.
Por último, tras proceder al registro del domicilio de la pareja, se localizaron 2.000 euros que estaban ocultos detrás de un cuadro.