Según ha detallado el Cuerpo en un comunicado, la investigación se inició en diciembre de 2016 tras la denuncia interpuesta por el director de un conocido hotel de Ibiza en la que informaba del impago de 23.000 euros generado por la estancia en el hotel de una pareja de Canadá. Durante la estancia, la pareja solicitó todo tipo de servicios de lujo.
En el momento de pagar, los estafadores utilizaron tarjetas bancarias, cuya numeración había sido obtenida fraudulentamente y cuyo titular se correspondía con la persona que había hecho las reservas a través de correo electrónico a nombre de los dos supuestos estafadores y consiguieron engañar al personal del hotel que aceptó estas tarjetas.
Tras las primeras gestiones, se pudo comprobar que el 'modus operandi' era similar al utilizado con una empresa de Jets privados de Barcelona, donde la deuda alcanzó los 21.000 euros en viajes realizados por toda Europa.
A partir de este momento, se comprobó que se trataba de una pareja que aparentaba tener un alto poder adquisitivo, presentándose como personajes de éxito, él un Dj de fama mundial y ella una "conocida" agente inmobiliaria.
Al ser identificados, se pudo comprobar a través de las redes sociales que mostraban, sin pudor, un estilo de vida lujoso y un poder adquisitivo muy alto, pero a la vez irreal. También, siguiendo el rastreo de las redes sociales, se tuvo conocimiento de que la pareja había organizada una boda con gran pompa que iba a celebrarse en Eivissa el pasado mes de septiembre. Esta boda fue anunciada en televisión en un programa de alcance mundial.
Por parte de los agentes policiales se estableció un operativo en torno a los preparativos de la boda y se comprobó que la boda no se llegó a celebrar porque en la actualidad el Dj permanece encarcelado en Québec, donde cumple condena por delitos similares y se le acusa de haber estafado una cantidad que podría ascender a 1,7 millones de dólares.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la UDEV de Policía Judicial de la Comisaría de Eivissa y se ha contado con el apoyo de Interpol y de las autoridades canadienses.