Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, se ha aprovechado la exposición pública de la autorización de esta instalación de temporada para reclamar que no se otorgue la concesión con el objetivo de evitar los impactos ambientales y las molestias que, según Cort, ha generado desde su existencia.
La Demarcación de Costas autorizó en 2014 la ocupación del dominio público con esta instalación de temporada, un hecho que, según el Consistorio, ha generado una serie de "problemas".
En esta línea, se ha destacado que el lugar donde se instala el 'chiringuito' es un "hábitat protegido", concretamente, "uno de los prioritarios de la Directiva de hábitats". Varios informes municipales y de la Conselleria de Medio Ambiente consideran que el fomento de nuevos usos en la zona que promuevan la afluencia de gente pueden suponer "un retroceso en la supervivencia de este hábitat y, por tanto, son inadecuados", han explicado desde Cort.
Además, los técnicos municipales han podido corroborar las denuncias ciudadanas, que exponen que esta autorización ha funcionado como "bar musical" y que ha hecho una ocupación "irregular" más allá de la superficie autorizada, con el despliegue "de sillas y tumbonas sobre una zona de gran valor paisajístico con importantes valores botánicos y yacimientos geológicos".
Asimismo, desde el Ayuntamiento han denunciado que la presencia de esta actividad ha provocado "una necesidad adicional de tráfico rodado en el paseo del Carnatge (furgonetas de suministro, productos químicos) que no es adecuada". El abastecimiento eléctrico del establecimiento implica el uso de "grupos electrógenos diesel al aire libre", lo que crea un "riesgo tanto para el espacio como para los usuarios del Carnatge, así como una amenaza directa a la Área Natural de Especial Interés (ANEI) limítrofe en caso de incendio, además de otros riesgos asociados al almacén de combustibles".
El Consistorio ha subrayado que la autorización de esta instalación ha generado oposición vecinal y quejas ciudadanas, ya que "rompe el equilibrio necesario para la conservación ambiental y arqueológica del ámbito, incrementando la presión humana en un área que el Ayuntamiento protege".
Además, han recordado que el Carnatge está incluido en la lista de zonas de baño de Palma, actualmente catalogada y señalizada como "no vigilada" y que "no cuenta con servicio presencial de salvamento y socorrismo, sólo con vigilancia cercana y ocasional de comprobación".
"Cualquier instalación temporal supone un foco atrayente de bañistas y usuarios, con unas condiciones de acceso dificultoso al agua, con los riesgos de lesiones y de caídas evidentes", han advertido desde Cort.
El Ayuntamiento de Palma está realizando diversas actuaciones para la recuperación del Carnatge. En 2017 se ha actuado, por ejemplo, retirando escombros y amianto de las zonas del interior, delimitando la zona de protección de la duna fósil de interés o colocando señalización informativa y educativa.
Durante 2018, el Área de Modelo de Ciudad y Urbanismo está tramitando un Plan especial de conservación que "pretende acabar con esta indefinición urbanística en este entorno y garantizar su conservación".
Por todo ello, los regidores de Ecología y de Modelo de Ciudad han manifestado en su escrito su "preocupación, que es compartida con la ciudadanía" y, de acuerdo con el principio de cautela, han solicitado que "la demarcación de costas no renueve la concesión temporal, para evitar los reiterados problemas que ha causado esta instalación durante los últimos años".
Por último, Hila ha insistido en el incumplimiento de la normativa por parte de la instalación, que "ocupa más espacio del permitido y con una actividad musical no autorizada, molesta para el resto de usuarios".