La campaña se ha dividido en dos fases. Una primera parte de carácter meramente informativo se llevó a cabo del 24 de enero al 3 de febrero. Durante esos días los vigilantes ambientales municipales supervisaron a 325 perros e informaron a sus respectivos cuidadores y cuidadoras de la nueva ordenanza municipal.
La ordenanza contribuye al objetivo de aumentar la sensibilidad y el respeto hacia los animales, estableciendo unas pautas de conducta generales para favorecer una tenencia responsable por parte de los propietarios de animales, tendentes a reducir las molestias que se pudieran ocasionar al resto de personas que residen, trabajan o visitan nuestro municipio.
La segunda fase de la campaña, del 5 al 18 de febrero, se realizó en colaboración con la Policía Local. Durante esas fechas, se supervisaron un total de 151 perros y se interpusieron 12 denuncias por incumplimiento de la ordenanza municipal. Las causas de las denuncias fueron: 4 por llevar al can suelto, 3 por no llevar bolsa para recoger los excrementos y 5 por no llevar chip.
La regidora de Medio Ambiente del Ajuntament, Francisca Muñoz, ha valorado muy positivamente la campaña ya que se ha podido informar a 476 personas propietarias de perros sobre las novedades que ha incorporado la ordenanza de Bienestar Animal, tanto de los derechos de los animales como de los deberes de los cuidadores y cuidadoras, destacando que la gran mayoría cumple con la normativa y sólo una minoría incumplía algún precepto.
La Ordenanza determina las sanciones, que en el caso, por ejemplo, de no llevar bolsa para recoger excrementos puede alcanzar los 300 euros, y por no recoger los excrementos en la vía pública llega hasta los 600 euros al tratarse de una infracción considerada grave.