El presidente de APTUR-Balears, Joan Miralles, ha destacado la importancia de que la nueva normativa permita regularizar todas las plazas de alquiler vacacional que se comercializaban hasta ahora a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Según el presidente de la asociación, el alquiler vacacional, especialmente en Menorca, es una herramienta básica para la desestacionalización.
En la mesa redonda ha participado el director insular de Ordenación Territorial, Eduardo Soriano, que ha explicado las tres áreas que establecerá la zonificación, así como los indicadores que definirán el que será considerado zona turística, donde se podrá desarrollar alquiler vacacional, y núcleo tradicional, donde no estará permitido. Según ha explicado, también se prohibirá el alquiler vacacional en suelo rústico.
Francesc Roca-Cusachs, uno de los responsables de Airbnb en España, presente en la mesa redonda, ha explicado que su plataforma cuenta con 972 anfitriones en Menorca que ganaron unos 13 millones de euros el año pasado. En 2017, Airbnb llevó a la isla a más de 60.000 viajeros, con una media de edad de 37 años. La nacionalidad de los viajeros fue, principalmente, española, francesa y británica.