Así lo ha manifestado en un comunicado:
"Me voy del PP pero no de la política, es una decisión meditada, tras considerar especialmente que ya no se dan las condiciones mínimas para que pueda desarrollar mi faceta política sin renunciar a mis convicciones de siempre. He tenido que sortear y superar durante mi actividad política a las cortesanas de palacio para hacer política de verdad, un tiempo perdido y precioso de mi vida personal y familiar que no puedo permitirme el lujo de que se repita. Para opinar libremente no puedes depender de la política para vivir.
El PP es un vivo ejemplo de la teoría de Darwin: no medra el más fuerte sino el que mejor se adapta, condición que no tengo y no quiero tener. Tras más de un década afiliada de lo que me siento más satisfecha es de la cantidad de gente con la que he podido relacionarme y hablar cara a cara de sus problemas.
Es evidente que mi decisión es también en parte consecuencia de mi derrota electoral en Palma. Participé de la caótica campaña electoral a la Presidencia del Partido en Baleares de Jose Ramón Bauzá cuyos resultados condicionaron las convocatorias electorales internas posteriores.
Participé en la Campaña electoral de la Candidatura de Ignacio Martí a la Junta Insular de Mallorca, reconociéndole su sacrificio al pactar su integración, al mismo tiempo que valoro la actitud de Jeroni Salom. Me reconfortó que este hecho fuera especialmente destacado por Mariano Rajoy en su discurso en Inca.
Estos últimos acontecimientos han determinado en parte mi decisión, pero precisamente de las conclusiones extraídas de estas experiencias es lo que han determinado mi voluntad de irme del PP pero no irme de la política.
Por otro lado nunca me he sentido sola, los votos son los que cuentan para gobernar pero el calor de los tuyos es lo que te reconforta personalmente, no quiero rodearme como JR Bauza de personas que te miden por tus resultados electorales.
Hay votantes que están huérfanos políticamente porque no se abordan los problemas que verdaderamente les importan, se ha mirado hacia otro lado durante mucho tiempo, y el futuro político en nuestra comunidad está predestinado a la decepción, sin embargo, el pertenecer a un partido es una decisión personal, a la que cada uno debe hacer frente en solitario y con convicción.
El “procés” ya ha empezado en Baleares, los afrancesados de aquí son peores que los independentistas catalanes, con su complejo de hermanos menores han de demostrar ser más.
Los partidos tradicionales tienen un discurso rancio y vacío de contenido, con fidelidades mutantes según las opciones de cada uno.
El primer objetivo de un político es poner unas bases sólidas al edificio de la felicidad que cada uno se quiera construir.
Si defender la patria balear junto con la bandera española es ser de derechas; si trabajar para que todos tengan un empleo digno es ser de derechas; si querer que en la escuela se aprenda con respeto a los alumnos y docentes es ser de derechas; si me gusta más moderar y negociar que prohibir es ser de derechas; si quiero que mi ciudad sea abierta, con una óptima convivencia en las barriadas, limpia y sin enfrentar a vecinos y empresarios es ser de derechas, entonces yo soy de extrema derecha".
