En 2013 se realizaron 6,46 millones de pruebas de alcoholemia, controles que se han ido reduciendo hasta los 5,07 millones de 2016, lo que supone un porcentaje de más del 21%. De 2015 a 2016 el número de controles se ha visto reducido en unas 700.000 pruebas, lo que representa algo más de un 12%. En lo que respecta a 2017, se han realizado algo menos de 3,05 millones de pruebas de alcoholemia, si bien estos datos sólo se refieren de enero a julio.
En el caso de los controles de droga, han ido en aumento de manera exponencial desde 2012, cuando se pasó de 3.487 a 76.040 pruebas en 2015. En cambio, al año siguiente descendieron a 65.169 controles. De enero a julio de 2017, se contabilizaron 40.466 pruebas.
Además, el número de pruebas positivas en los controles de drogas realizadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) ascendieron de 25.331 en 2015 a 25.669 en 2016, mientras que los de anfetaminas se incrementaron de 2.710 en 2015 a 3.520 en 2016.
El diputado socialista por Málaga, Miguel Ángel Heredia, señala que la reducción en el número de pruebas es absolutamente "incomprensible", y que "lo es aún más" cuando a pesar de que hay menos controles se han incrementado el número de positivos, tanto en alcohol, como en anfetaminas. En alcohol los positivos crecen un 1,3%, pero en anfetaminas crecen un 30%.
Por este motivo, el diputado planteará al Gobierno una batería de iniciativas parlamentarias en relación a esta cuestión, la primera para conocer las causas de esta reducción, que califica de "auténtica barbaridad", así como para saber si detrás de este descenso hay un recorte inversor en la materia, para gastar menos en controles de seguridad vial.
La DGT prevé que todas las patrullas motorizadas de la agrupación de tráfico estén dotadas de detectores móviles de alcohol y drogas de última generación con el fin de que las pruebas de alcohol y drogas sean más dinámicas en 2018.