Según han explicado, el Seprona de Baleares ha llevado a cabo las gestiones, a requerimiento de agentes de Murcia, quienes habían iniciado una investigación por un supuesto delito contra el Patrimonio Histórico, que les derivó hacia tres personas con residencia en Baleares.
Las monedas han sido depositadas en el Departamento de Patrimonio y están pendientes de catalogación definitiva, así como de estudio para confirmar su lugar de procedencia, aunque los investigadores sospechan que fueron extraídas de manera irregular de diferentes yacimientos de Baleares.
Según han recordado desde la Guardia Civil, la Ley de Patrimonio Histórico protege estos hallazgos y prohíbe expresamente la tenencia sin autorización de cualquier objeto como monedas, o restos arqueológicos de cualquier tipo que puedan considerarse Patrimonio Histórico.