La asamblea entiende que es un plan "imprescindible" para asegurar la igualdad de oportunidades para la ciudadanía y la buena convivencia, según informa la formación en un comunicado.
Así, para MÉS per Palma el desmantelamiento de Son Banya es una cuestión de derechos humanos y, especialmente, de defensa de los derechos de los niños que viven en condiciones que no permiten su pleno desarrollo.
La concejala de Bienestar y Derechos Sociales, Mercè Borràs, ha sido la encargada de informar de las líneas de actuación que se están llevando a cabo desde la comisión de coordinación, integrada por once áreas municipales.
"El objetivo para el Ayuntamiento es el pleno realojamiento y acompañamiento social de las familias en situación de vulnerabilidad que actualmente residen en el asentamiento de Son Banya", ha explicado Borràs.
Asimismo, la Asamblea ha insistido en la necesidad de eliminar los guetos de la ciudad para dar mejores oportunidades de vida a la gente que actualmente reside, especialmente a las familias con menores.
En estos momentos viven en el poblado un total de 117 familias con 193 niños.
El poblado de Son Banya se creó en el año 70 como recurso provisional de integración de la población gitana. El alcalde Antoni Noguera ha destacado que, desde entonces, "han pasado 47 años y el poblado ha convertido en una maquinaria de exclusión social, y eso no lo podemos permitir en pleno siglo XXI".
"La máxima prioridad para nosotros son los niños que tienen derecho a mejores oportunidades de vida", ha agregado al respecto.
La comisión actualmente se reúne cada mes y plantea la erradicación del poblado en un plazo de tres años.
La asamblea considera que es necesaria la implicación de toda la ciudadanía para apoyar medidas "valientes" como el plan de realojo y reinserción de las familias de Son Banya para conseguir que Palma sea "una ciudad más igualitaria, más justa y, sobre todo, más querida".