Ambas se enfrentan a una petición de un año y diez meses de prisión por un presunto delito de allanamiento de morada y siete días de localización permanente --en domicilio alejado y diferente al del marido-- por una presunta falta de coacciones.
Los hechos tuvieron lugar en 2014. Según el relato del fiscal, las acusadas habían abandonado el domicilio años atrás, cuando el matrimonio se separó en 2004.
La Fiscalía sostiene que las acusadas aprovecharon que conservaban las llaves del domicilio, situado en Sóller, y que tras acceder al interior se instalaron y comenzaron a residir allí "contra la voluntad expresa y manifiesta de su morador".
Ante esto, el ex marido instaló una cerradura en la puerta de la habitación que él ocupaba en la vivienda, pero ese mismo día las acusadas estropearon la cerradura colocando pegamento para bloquearla. En este sentido, el Fiscal también reclama por el coste de la reparación, unos 50 euros.
El juicio arrancará a las 09.30 horas del lunes en la Audiencia con la constitución del jurado y está previsto que termine el miércoles.