Según el relato del Ministerio Fiscal, entre 2010 y 2011, cuando la menor contaba con 12 años, se quedó con el acusado, que estaba casado con la hermana de la pareja sentimental del padre, en casa de este en Alaró y ahí la asaltó, aprovechándose de su confianza.
En concreto, el hombre se dirigió a la habitación donde estaba jugando a la videoconsola, se bajó los pantalones y los calzoncillos, hizo lo mismo con ella y, presuntamente, le introdujo el pene en la vagina, llegando a eyacular sobre su propia mano.
En mayo de 2014, cuando la menor tenía 15 años, el procesado la acompañó a comprar chucherías y la llevó a una casa que estaba reformando, también en Alaró y abusó de ella de nuevo.
El escrito de la Fiscalía relata que se masturbó con los pantalones bajados delante de la menor, le bajó los pantalones y las bragas y le realizó tocamientos en culo y vagina con la mano y el pene, sin llegar a introducirlo y sin llegar a eyacular.
Por esto, el Ministerio Fiscal le pide 12 años de prisión por un abuso sexual a una menor de 13 años con acceso carnal y tres años de cárcel por otro delito de abuso sexual. Además, deberá indemnizar a la víctima con 30.000 euros por el menoscabo moral.