ASIMA, propietaria de una parcela rústica de 14.000 metros en la carretera de Sóller, ha decidido impulsar huertos sociales destinados a proyectos solidarios de agricultura ecológica y ha decidido ceder unos 500 metros, que podrán ser ampliados en el futuro en función de la demanda, para que la Fundación Balcat desarrolle con la comunidad de Malí diferentes acciones de integración socieconómica de las familias.
Para el presidente de ASIMA, Francisco Martorell Esteban, "es un proyecto muy enriquecedor, impulsado por la FUNDACIÓN ASIMA, en el que hemos puesto muchas ganas y esfuerzo a la hora de dotar de las infraestructuras necesarias estos 14.000 metros, como el suministro de agua, electricidad y otros, en el que están colaborando empresas asociadas como Socias y Rosselló, Puigcercos y Redex-Gabriel Gayá; Auxiliar de Aguas y poco a poco se irán incorporando otras más". "Este proyecto refleja el espíritu de ASIMA, de proactividad y apuesta por la sociedad balear", ha explicado el presidente, quien ha animado también a todos los empresarios asociados a que participen en el proyecto y que estén dispuestos a cultivar un espacio.
Según el presidente de la Fundación Balcat Solidaris, Jordi Jové Modroño, "es una idea que nos encantó del primer momento, con la finalidad de que este tipo de colectivos de inmigrantes que deseen desarrollar un espacio ecológico puedan interrelacionarse con ciudadanos mallorquines que comparten la misma finalidad, así como atender y apoyar temas relacionados con la proyección del medio ambiente y los recursos naturales".
Tanto Francisco Martorell Esteban como Jordi Jové Modroño mostraron su satisfacción "con un proyecto que pueden mejorar la calidad de vida de este colectivo y también se verán beneficiadas al poder explicar lo que saben sobre cultivos, unos conocimientos que la mayoría de veces son recuerdos que forman parte de su vida, y al mismo tiempo los niños pueden conocer in-situ y de primera mano el significado y la importancia del huerto y así aprender a querer y respetar el medio ambiente".
El equipo de la Fundación Balcat Solidaris se ha comprometido en el mantenimiento y cuidado de todos los espacios así como velar por el buen funcionamiento de unas actividades que mejoran la vida de las personas beneficiarias, así como aprenden nuevos sistemas de cultivo e incluso a construir sus propios semilleros y accesorios con maderas recicladas.