Según explican en un escrito público enviado a la consellera de Salut, Patricia Gómez y otros altos directivos, se ven "en la obligación" de hacer saber a sus superiores "las condiciones" en las que están trabajando "de forma puntual en cada turno de trabajo" al considerar que "la calidad asistencial queda mermada".
Así, señalan que atender en esas condiciones supone un "riesgo" par los pacientes y que si de momento "no ha repercutido" en la labor del personal es por la "profesionalidad de todo un grupo de trabajadores que con gran esfuerzo" han hecho frente "a la presión" a la que han sido sometidos.
Con esto, han hecho hincapié en que la UCI de Pediatría de Son Espases "es la única existente en toda Baleares" y que "es un servicio donde se tratan casos de extrema urgencia y emergencia".