Según los investigadores, la ex pareja de la víctima y su hija en común fueron quienes se dieron cuenta de que habían desvalijado la casa cuando fueron a alimentar a los gatos y la avisaron de lo ocurrido.
Tras ser avisada, la mujer volvió a su domicilio y sorprendió al ladrón. Este al verse acorralado, la habría atado a la cama y la habría agredido sexualmente. Después, le habría amenazado con un cuchillo para obligarle a revelar el número de su tarjeta con la que, posteriormente, sacaría 600 euros en un cajero cercano.
Así, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional empezó una investigación y dio con una azotea contigua donde se reunían varios jóvenes del entorno de un centro de menores.
Al parecer, el joven habría alardeado ante sus conocidos de los hechos, además, tras ser detenido, cerca de la calle Manacor, confesó ante los agentes.
Cabe resaltar, que al ahora detenido también robó las llaves de un coche en un domicilio del Rafal. Estas se cayeron en la vivienda de la víctima y fueron recuperadas por los investigadores.
Al parecer, el joven tenía la intención de robar el vehículo pero no pudo encontrarlo al no estar en las cercanías del domicilio.