La conflictividad que se vive en Catalunya ha obligado al Gobierno central a reforzar los servicios públicos de seguridad en esa comunidad, ya sea para contrarestar posibles alteraciones del orden legal o para sustituir a los Mossos d'Esquadra en el caso de que la policía autonómica afronte desde la pasividad los requerimientos de los jueces o de las autoridades estatales.
El traslado desde Baleares a Catalunya de policías nacionales y guardias civiles, en principio, es provisional para permitir el descanso de los efectivos desplazados desde otros puntos de España desde el pasado 1 de octubre.
Según informaciones de agentes de la comandancia de Baleares de la Guardia Civil, se les ha informado que a finales de semana regresarán, ya que en ese momento se reincorporarán los agentes que ahora descansan. De hecho, son cinco los días de descanso de los que ahora disfrutan los efectivos desplazados a Catalunya desde las fechas cercanas al 1 de octubre.
Sin embargo, también se ha advertido que, en caso de producirse graves alteraciones del orden constitucional, el desplazamiento desde Baleares podría prolongarse hasta en un número de días no concretado.
Mientras los agentes polciales de Baleares están en Catalunya, los servicios se siguen prestando en nuestra comunidad con las limitaciones que la reducción de personal provocan. De hecho, por ejemplo, el traslado de presos desde las dependencias policiales a las judiciales, y viceversa, se realizan con menos agentes de los habituales. Asimismo, determinados servicios de vigilancia estática en puntos concretos o de controles aleatorios en vías públicas han sido eliminados.