En 2014 la Fundación Barceló firmó un convenio de colaboración con la Unidad Académica Campesina de Tiahuanacu (UAC-T) para el estudio e introducción en el cultivo de nuevas hortalizas en la agricultura boliviana, como el calabacín, tomate cherry, zanahoria y rábano baby.
Gracias a la construcción de un invernadero, más de 150 familias productoras de la zona se formaron en la producción de estos nuevos productos para así diversificar su oferta. De esta forma pudieron empezar a aumentar los ingresos de sus cosechas y, por lo tanto, mejorar su economía familiar.
Este nuevo proyecto pretende impulsar la producción de más hortalizas, huevos y productos lácteos y fomentar su comercialización en la capital para promover la seguridad económica y alimentaria de las familias beneficiarias, que se calcula que alcanzarán las 440 personas aproximadamente.
Con un presupuesto de más de 100.000 euros el objetivo es que las familias del altiplano puedan establecer una relación comercial directa y estable con el mercado urbano donde colocar sus productos agrarios, consiguiendo mejorar su economía familiar y calidad de vida. De hecho, a día de hoy varias empresas de restauración de la capital ya se han comprometido a comprar los productos frescos a dichas familias, como es el caso del restaurante Gustu, considerado como uno de los más prestigiosos del país.
