Después de unos años de ajuste, los próximos presupuestos contemplan un aumento de la inversión ya que se dispone de mayor capacidad de mejorar y aumentar los servicios que requiere nuestra sociedad.
Con una deuda normalizada, reducción de un 28% en intereses respecto el año 2017 y un 25% en amortización ordinaria respecto al 2017, se traducirá en una mayor disposición de efectivo en el capítulo de bienes y servicios y de transferencias corrientes a nuestro tejido económico y social, sin olvidarnos, tal y como se ha manifestado, que por quinto año consecutivo se bajarán los impuestos municipales.
El proyecto de presupuestos para el ejercicio 2018 orienta los gastos hacia las principales actividades económicas del municipio:
En primer lugar, potenciando nuestro principal producto, el turismo, a través de sus urbanizaciones, y el comercio con un aumento del programa de un 40,2%; en segundo lugar, el bienestar comunitario y servicios sociales se incrementan un 5%; y, finalmente, los eventos deportivos, la promoción de la cultura y la educación aumentarán una media de un 4,5%.
La carga impositiva de los ciudadanos se verá reducida gracias a la rebaja de la base catastral, que redundará en la bajada de la carga impositiva del IBI, plusvalías, transmisiones, donaciones, etc.
También se suprime la tasa de la recogida de basuras a los profesionales y empresas que no disponen de local físico, un decisión que consideramos que es de total justicia contributiva. Se prevé una rebaja en los ingresos de un 14% en esta partida.