El líder independentista no aclara nada y le da dos meses al presidente del Gobierno para que dialogue con los catalanes. En su contestación, que podrá leer en este mismo espacio, el president vuelve a ofrecer a Rajoy empezar un procedimiento de diálogo y negociación, volviendo al punto de origen del discurso del pasado martes.
De esta manera, Puigdemont pide al Ejecutivo central que la mediación se realice de igual a igual y ha propuesto que haya una reunión "urgente" con Rajoy. Así, "las instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas" que pidieron suspender los resultados del 1-O tengan la posibilidad de negociar, que es la "prioridad" de la Generalitat.
Ahora le toca a Madrid decidir si aplica el artículo 155 de la constitución, ya que si no había respuesta se consideraría afirmativa. Rajoy dejó claro que, en caso de no aclararse de manera explícita si se había declarado la independencia, pondría en marcha el 155.
Esta misma mañana, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dejó claro que no consideraba "válida" la respuesta de Puigdemont.