Para que las instalaciones de placas en estos enclaves sea una realidad, primero se necesitará la aprobación de la utilidad pública del Consell de Mallorca y la dotación económica del Gobierno central (que dio subvenciones a proyectos similares en Canarias, Ceuta y Melilla).
Los proyectos han sido aprobados después de que ambos proyectos redujeran la superficie prevista en casi un 50%. Tras la reunión, el presidente de la comissió, Antoni Alorda, comentó que la medida era necesaria porque el nivel de energías alternativas en Balears era "ridículo".
Ahora queda pendiente el proyecto de Consell, que es el último presentado en esta línea de actuación. Sin embargo, desde el consistorio no están de acuerdo con el proyecto (presentado por una empresa de Artà) por las dimensiones planteadas y se plantea presentar alegaciones.