El Juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza acoge el juicio por el hundimiento del buque, en julio de 2007 tras chocar contra un islote frente a la isla de Ibiza. El Ministerio Público pide el sobreseimiento provisional de la causa contra los dos acusados, el capitán y el segundo oficial del barco.
En total, diez acusaciones particulares en representación de 25 empresas privadas y Govern balear reclaman a la compañía aseguradora y a la propietaria del buque más de 2,2 millones de euros por los daños causados por el naufragio. A los acusados se les pide multas de 9.600 euros.
En el momento del hundimiento, el mercante transportaba en su bodega un camión, plataformas vacías y varios contenedores. Además, el buque almacenaba en sus tanques unas 150 toneladas de fuel y gasóleo, provocando vertidos en playas de Ibiza, Santa Eulària y Sant Josep, prohibiéndose el baño durante días.
En el escrito de Fiscalía se atribuye el accidente a un "posible error humano" y se asegura que "no puede negarse que se creara una situación de riesgo" pero "no se puede determinar si dicho riesgo pudo suponer en verdad un grave riesgo" ya que se desconoce cuánto combustible se vertió al mar o qué cantidad llegó a las playas.
"No hay constancia de que aparecieran peces o aves muertas o con efectos de contaminación, ni de que las praderas de posidonia se vieran afectadas", se señala. Esa noche en el buque viajaban 18 tripulantes y dos pasajeros.
Por último, está previsto que la vista finalice el viernes. Este lunes está previsto que declaren varios testigos, agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza o del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas.