Así lo ha expresado durante su declaración en el juicio por el crimen, ocurrido en enero de 2016, en el que ha explicado que había discutido con su mujer "por dinero" y que la mató después de haber consumido alcohol.
Asimismo, el hombre ha dicho que con lo que hizo ha "perdido" a su "esposa y mejor amiga".
El hombre ha explicado que tras oprimirle el cuello con el cable del cargador de un teléfono móvil, cuando se dio cuenta de que la mujer estaba muerta llamó al 112 y les dio la dirección del domicilio. Se personaron los servicios de urgencias y la policía, que detuvo inmediatamente al hombre, que había confesado el crimen por teléfono. Desde entonces está en prisión.
La pareja tenía una hija mayor de edad que residía en Londres con la madre. Se ha desplazado desde Reino Unido para declarar durante el juicio. Su defensa reclama una indemnización, así como una medida de alejamiento para ella y su hijo menor, nieto del asesino.
La hija ha explicado que la mujer había viajado en enero a reunirse con su marido en Mallorca. Según la hija, ya se habían dado episodios de violencia en la pareja. Ha contado que su madre la llamó diciendo que habían discutido y que él la había amenazado y perseguido.
El juicio continuará este martes con la prueba documental --entre otras pruebas se incluye la grabación de la llamada al 112 del acusado confesando el crimen--, y la declaración de los forenses y de los policías locales y guardias civiles que acudieron al domicilio.
El hombre acusado de asesinar a su mujer en Costa de la Calma (Calvià) en 2016 ha admitido que estranguló a su esposa con el cable del cargador de un teléfono después una discusión, y ha aceptado 12 años de prisión tras llegar a un acuerdo de conformidad con las partes.
Inicialmente, la acusación pública reclamaba 20 años de prisión para el autor confeso del crimen. Como ha recordado el fiscal, la confesión es un atenuante pero también concurre la circunstancia agravante de parentesco.
El acusado también ha aceptado una indemnización de 180.000 euros para la hija de la pareja, ya entonces mayor de edad. También aceptará la medida de alejamiento que pide la hija para ella y su hijo menor --nieto del acusado--, por la que no podrá acercarse a ellos a menos de 30 kilómetros durante 22 años.