Las indagaciones de la Policía de Palma empezaron a raíz de una denuncia interpuesta por el gerente de la Empresa Funeraria de Palma, en la cual exponía que se estaban cometiendo hechos delictivos en el cementerio de Palma. A continuación, el grupo de seguimiento de denuncias tomó declaración al empleado de seguridad del cementerio, quién facilitó la descripción física de los dos autores y recordó que ya los había expulsado del lugar en alguna ocasión.
El día 12 de septiembre se presentó a estas dependencias policiales el gerente de la Empresa Funeraria Municipal y expuso que el pasado día 10 de septiembre el vigilante de seguridad del cementerio de Palma, hacia las 15.40 h, detectó la presencia de dos individuos que sustraían anillas de las sepulturas. Los llamó el alto, pero huyeron dejando una bolsa con unas 25 anillas. El vigilante declaró a la Policía que sospechaba que los autores eran usuarios del centro de acogida Se Refugio y facilitaba una descripción física. Así mismo, los agentes visionaron grabaciones de las cámaras de seguridad en los cuales se podía ver la zona donde se produjeron los hurtos y la profanación de una de las sepulturas.
El día 13 de septiembre agentes de esta Policía acudieron en el centro de acogida Se Refugio donde, después de hablar con algunos usuarios, llegaron a la conclusión que los autores eran dos personas en concreto y obtuvieron la ficha fotográfica.
El día 15 de septiembre se mostró al vigilante de seguridad las fotografías de los sospechosos los cuales identificó sin ningún tipo de duda como las personas que habían huido dejando la bolsa con las argollas.
El día 18 de septiembre se recibió una notificación de la Gerencia de la EFM en la cual se informaba que durante el fin de semana se habían producido nuevos incidentes al recinto del cementerio.
Ante estos hechos y las sólidas pruebas que apuntaban a la autoría de un hecho penal, se procedió a la detención de los presuntos autores.
La Empresa Funeraria Municipal (EFM) tiene contabilizadas un total de 71 sepulturas afectadas por los robos de eslabones, de las cuales cinco también han sufrido daños en los elementos ornamental de piedra. De un primer inventario exhaustivo, el EFM valora en 18.000 euros los daños producidos a las tumbas y en los próximos días se pondrá en contacto con los titular de las sepulturas para informarlos de los hechos y proponerlos la reparación.
Como consecuencia de estos hechos, el EFM ha tomado la medida de incrementar la vigilancia con un efectivo más de la empresa de seguridad contratada; a la vez que se ha modificado la distribución de los operarios que hacen trabajo al cementerio para mantener más vigilada la zona en su conjunto.