Victòria Avellà, responsable del área de Salut, Socorros y Emergencias de la organización en Baleares ha señalado que "la presencia de personal vigilando las playas asegura que el tiempo de respuesta para brindar la ayuda necesaria a una persona que está en apuros, sea menor". Además, ha incidido que "los servicios de vigilancia, salvamento y socorrismo en playas son fundamentales para muchos municipios. En Creu Roja consideramos que es muy importante planificar la gestión de estos servicios de forma adecuada y asignarle los recursos que merece, para garantizar la seguridad de las personas y evitar incidencias".
En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, existen varios tipos. Por un lado, mayores de 65 años; niños y niñas debido a heridas, contusiones leves, golpes de calor; personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por factores como el efecto de las altas temperaturas o la deshidratación; también personas extranjeras que desconocen el idioma y las condiciones de la playa.
Creu Roja lleva a cabo su servicio de vigilancia en playas y otras zonas de baño con una atención social y humanitaria, más allá de la sanitaria, con el objetivo fundamental de salvar vidas. Todo ello, mediante una labor preventiva e informativa dirigida principalmente a los colectivos más vulnerables, la utilización de la tecnología aplicada al rescate de personas y la implicación de un equipo humano con una alta cualificación y formación, entre otras.