El pescador furtivo fue localizado y sorprendido por los componentes del GEAS en la escollera del muelle del puerto de la localidad, según ha informado el Instituto Armado este sábado en un comunicado.
Seguidamente, esta persona abandonó el fusil de pesca en el fondo, sobre una extensa pradera de posidonia, a fin de ocultarlo y evitar la sanción.
Al ser requerido por los GEAS para sacar el fusil del agua, el pescador se sumergió para localizarlo y, en lugar de entregarlo, lo ocultó de nuevo, esta vez entre los bloques de piedra de la escollera.
Por último, los GEAS realizaron una inmersión y localizaron el fusil de pesca oculto entre los huecos de rocas.