Los reglamentos, elaborados y aprobados por la Comisión del Juego de Baleares con el consenso del sector, han incluido las consideraciones de patronales, sindicatos, administraciones, asociaciones, Unión Europea, Estado y el Consejo Consultivo, según ha informado en una nota de prensa la Conselleria.
De esta manera, el reglamento contempla el control y la identificación de los colectivos más vulnerables como menores de edad, personas imposibilitadas judicialmente o adictos que hayan solicitado voluntariamente la prohibición de acceder al local.
Asimismo, con el fin de evitar la concentración geográfica, también se exige una distancia mínima entre establecimiento y establecimiento de 500 metros en Palma y 250 metros en el resto de municipios.
Por otra parte, el reglamento protege los derechos de los jugadores e impulsa la práctica del juego responsable. En consecuencia, las empresas titulares de casinos deberán informar a la clientela sobre la naturaleza de los juegos ofrecidos y los daños que un exceso de actividad de juego puede provocar.
Asimismo, el reglamento posibilita a cada casino autorizado la apertura de una sala de juego accesoria como apéndice de la sala principal, situada fuera del recinto donde se ubica el casino, y dentro del ámbito territorial de cada Isla, que en ningún caso puede superar el 60 por ciento de la superficie de la zona de juego del casino.
Aunque la Ley 8/2014 prevé las apuestas, hasta este momento la Comunidad no contaba con un reglamento para regular el ejercicio de la actividad, lo cual permite dar cumplimiento a una de las reivindicaciones del sector.
