Fuentes policiales confirmaron que la muerte se produjo por un disparo en la cabeza y que el joven llevaba varios días muerto, por lo que su cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición. La hipótesis del suicidio es la que tiene mayor fuerza.
La alarma la dieron dos compañeros de piso del fallecido, cuando regresaron de unas vacaciones a la vivienda que compartían, situada en la calle Carmen Conde, junto al Hospital San Carlos, en el barrio Infante Juan Manuel. La pareja alertó del fuerte olor que inundaba la vivienda y que parecía proceder de la habitación de su compañero, que se encontraba cerrada.
Rápidamente, sobre las diez de la mañana, se movilizaron efectivos del 112, Policía Local y Policía Nacional. Asimismo, se requirió la intervención de los bomberos para derribar la puerta de la habitación, si bien no tuvieron que llegar a intervenir ya que los agentes desplazados con anterioridad consiguieron abrirla antes.
En el interior de la habitación se encontraron la escena de la muerte, con un joven desnudo, cruzado en la cama, con la cabeza hacia atrás y con una escopeta entre las piernas. Al acercarse pudieron comprobar que la víctima llevaba sus genitales atados al gatillo del arma.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido y ha remitido las diligencias al juzgado de Murcia que se encontraba este domingo en funciones de guardia.
Asimismo, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicar la autopsia al cadáver.