Según han explicado en un comunicado desde el cuerpo policial, se han detenido a un total de 14 personas que formaban parte de la organización que obligaba a las transexuales a permanecer disponibles para sus explotadores las 24 horas del día para atender a los clientes, a los que, además, ofrecían diferentes tipos de drogas.
La Policía Nacional estima que las ganancias de los investigados por esta red superaban el millón de euros en cinco años.
Concretamente, las víctimas eran captadas con engaños por la responsable de la organización en certámenes 'Miss Trans' celebrados en Venezuela. Para convencerlas, la líder les mostraba las propiedades que poseía en España y les prometía gran prosperidad económica para ganarse su confianza.
Los detenidos financiaban los implantes de pechos y todos los gastos del viaje y les aseguraban unas condiciones de vida España que no se correspondían con la realidad una vez que se encontraban en el país.
Una vez en tierras españolas, se les retiraba la documentación y les forzaban bajo amenazas a ejercer la prostitución para saldar una deuda de 15.000 euros.
El entramado estaba formado por tres organizaciones. Una dedicada a la captación y traslado de las víctimas y otras dos a su explotación sexual.
A pesar de que las víctimas eran conocedoras de que venían a España para ejercer la prostitución, las condiciones acordadas en Venezuela diferían de lo que luego se encontraron al llegar.
Una vez en Barcelona, eran recibidas por la líder de la organización y otros miembros del grupo, momento en el que por primera vez se les informaba de que la deuda contraída con ellos ascendía a los 15.000 euros y se les retiraba la documentación.
Desde el primer día debían prostituirse tanto en la calle como en pisos y eran obligadas a hacer efectiva la entrega de dinero de manera periódica. Además eran frecuentemente castigadas con multas lo que hacía aumentar la deuda inicial con la organización.
Uno de los grupos que conformaban el entramado, dirigido por un ciudadano italiano y otro español, explotaba a sus víctimas en un piso de Barcelona. Los cuatro encargados del local, bajo las órdenes de ambos, controlaban la explotación sexual, y el cobro o las salidas cuando los servicios eran fuera del piso.
Además participaban directamente en la promoción y el consumo de fármacos -viagra y similares- y de sustancias estupefacientes entre los clientes.
Asimismo, otra persona se encargaba trasladar a las víctimas a hoteles o domicilios solicitados por la clientela, facilitando el pago de los servicios con tarjeta a través de un TPV.
Según las estimaciones policiales, cada una de sus víctimas generaba unos beneficios de 4.000 euros mensuales a sus proxenetas. Con el resto de dinero debían pagar la deuda contraída con la organización que las trajo a España, las multas que una y otra las iban imponiendo y demás gastos, con lo que apenas tenían dinero suficiente para vivir.
La red situada en Palma se dedicaba a la explotación de transexuales en un piso donde al menos dos encargados controlaban los servicios. Estaba dirigida por un transexual en cuya casa también se suministraban estupefacientes, fármacos y drogas de abuso.
Los investigadores han podido constatar las condiciones en las que las víctimas vivían en los pisos, prácticamente hacinadas en habitaciones deterioradas e insalubres, llenas de literas, sin apenas espacios para caminar entre ellas, suciedad, basura y humedades en paredes.
En los registros practicados por los agentes en Barcelona y Mallorca se han intervenido más de 3.000 euros en efectivo, sustancias estupefacientes, drogas de abuso y fármacos de diversas marcas, instrumentos para la elaboración de dosis de drogas, valiosa documentación y efectos informáticos cuyo contenido está siendo analizado por expertos.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013. Desde entonces se han realizado 1.400 operaciones, con más de 3.400 detenidos y más de 1.900 víctimas.
Desde sus inicios se han recibido más de 6.800 comunicaciones, entre llamadas y correos, de las cuales más de 1.600 han derivado en investigaciones operativas.