La investigación comenzó en julio a raíz de la denuncia de un trabajador del local, según ha indicado el cuerpo de seguridad, que ha explicado que las condiciones de trabajo incluían jornadas de un mínimo de 12 horas al día, todos los días de la semana y sin disponer de vacaciones, pagas extra o finiquito.
En cuanto a los salarios, llegaban a ser de hasta 3,5 euros por hora, e incluso se descontaba del sueldo de los trabajadores la comida y bebida que tomaban para aguantar las jornadas laborales.
El empresario se aprovechaba de personas con necesidad de ingresos mínimos para subsistir, con cargas familiares, hipotecas o adicción a las drogas, y miedo a perder su única fuente de ingresos. Así pues, les hacía trabajar como camareros, cocineros, en la limpieza y en labores de mantenimiento.
Las investigaciones han concluido con la detención del dueño del local en la operación Hunter. Además, durante la inspección del local se encontraron varios paquetes de hachís y marihuana listos para ser vendidos.