Para la asociación, esta ley evita "tanto dolor y sufrimiento infligido a los animales, siendo como son 'seres sensibles', según los define el Tratado constitutivo de la Unión Europea (UE)".
La Anpba considera que esta ley se ha convertido en un referente en materia de protección animal porque plasma en un texto legal la tendencia de la sociedad a considerar "impropio del siglo XXI el uso de animales por mera diversión".
La nueva ley balear aborda y regula las corridas de toros y espectáculos taurinos de la manera "más avanzada que podría hacerse en una sociedad verdaderamente civilizada teniendo en cuenta la realidad española actual", han afirmado.
De igual modo, han señalado su "total sometimiento" a la sentencia del Tribunal Constitucional de 20 de octubre de 2016, que clarifica las competencias de las Comunidades Autónomas e indica que estas podrían "prohibir" determinados tipos de espectáculos "por razones vinculadas a la protección animal" y que no existe impedimento para que puedan "establecer requisitos" con el objeto de conseguir un "especial cuidado y atención del toro bravo".
En este sentido, han apuntado que resulta significativo que el Alto Tribunal utilice el adjetivo calificativo "bravo" en referencia al animal objeto de "especial cuidado".
Por tanto, ha añadido la asociación animalista, la ley balear, "contrariamente a las críticas de las que ha sido objeto, no invadiría competencias del Estado. Y esto es, precisamente, lo que expone la nueva ley balear de toros y protección animal en los párrafos 5 al 7 de su preámbulo".
Por tanto, Anpba ha considerado que un recurso de inconstitucionalidad contra esta ley estaría condenado al fracaso.