Desde hace una fechas, en dependencias del SEPRONA de la Guardia Civil de Baleares se venían recibiendo diferentes denuncias de particulares y asociaciones, informando que existía una clínica veterinaria en Palma en la que se estaban cometiendo irregularidades en el tratamiento animales enfermos por mala praxis del veterinario, quien al parecer pudiera estar emitiendo diagnósticos de enfermedades para los que o bien no tenía formación o carecía de los equipos adecuados de diagnostico de algunas enfermedades, ya que todo ello podía provocar daños o lesiones a los animales.
Ante esto el SEPRONA solicitó la colaboración de un veterinario del Servicio de Ganadería de la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, y conjuntamente llevaron a cabo la inspección de la clínica veterinaria.
En el transcurso de la inspección los agentes y el veterinario observaron numerosas infracciones, entre ellas destacan las condiciones higiénico sanitarias del conjunto de las dependencias de la clínica, el no estar inscrito en registro de la Conselleria, no gestionar correctamente los residuos que se generan en un centro de estas características, así como no presentar autorización de industria el aparato de radiodiagnóstico.
El SEPRONA está investigando el destino final de los residuos orgánicos encontrados en la clínica, así como los tratamientos que ha realizado a los animales enfermos, algunos de los cuales fallecieron posteriormente.