El proyecto plantea la modificación del punto de atraque que en la actualidad existe entre Cala Salada y Cala Saladeta y su ubicación en la zona sur de la playa, donde ya hay una infraestructura fija.
El traslado del atraque, según el Consistorio, permitiría mejorar la zona de baño, aumentar la seguridad para los bañistas y unir las dos calas que actualmente están separadas por el muelle.
Asimismo, permitiría balizar la zona de nado a 200 metros, desplazando mar adentro las embarcaciones que fondean en la cala.
El nuevo punto de atraque mejoraría el embarque y desembarque de pasajeros y permitirá el traslado de usuarios con movilidad reducida desde el puerto de Sant Antoni hasta esta playa.
El nuevo embarcadero se acondicionará mediante una instalación desmontable para garantizar que fuera de temporada el emplazamiento quede despejado.
El proyecto ha sido presentado a la Demarcación de Costas en marzo para su estudio y autorización y la semana pasada tuvo lugar una reunión con el nuevo responsable de este organismo en Baleares, Carlos Simarro, para informarle sobre los objetivos de esta iniciativa municipal.
"Cuando este proyecto se materialice nos gustaría ir un paso más allá y trabajar en un campo de fondeos regulados y en la eliminación de todos los muertos ilegales que existen en el fondo marino de esa zona", ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Pablo Valdés.
En los dos últimos años se ha restringido el acceso del tráfico rodado a Cala Salada, se ha puesto en marcha el servicio de transporte público mediante autobuses y se ha encargado un estudio de capacidad de carga de las playas del municipio para redimensionar las instalaciones temporales en la próxima licitación.