Según ha informado el Govern, en 2005 Abaqua adquirió la finca de 318 hectáreas por cerca de 2,9 millones de euros con el objetivo de preservar el medio natural, especialmente la calidad y la singularidad de los terrenos. No obstante, actualmente no se hace ninguna tarea de mantenimiento, no se destina personal a gestionarla y no se hace ningún uso de ella.
Además, el Consell de Formentera pidió a Abaqua la cesión de uso de la finca atendiendo a los problemas de aglomeración de personas y vehículos que se generan en la zona de Es Cap de Barbaria durante la época estival, situación que produce un fuerte impacto ambiental y alteraciones de seguridad y de orden público.
La administración insular ha mostrado su intención de tomar las medidas necesarias para poder garantizar una conservación adecuada de los valores ambientales de la zona y de su patrimonio paisajístico, patrimonial y turístico y, así, ha empezado acotando una zona de aparcamiento y prohibiendo el paso de vehículos hasta Es Cap de Barbaria.
La finca forma parte de Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), motivo por el cual la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca no perderá su vinculación con ella.
