La elevada presión humana que se registra en la zona de ocio de Punta Ballena y alrededores, de forma continua durante 20 horas diarias los siete días de la semana, y la forma de ocio que allí se practica –con un consumo elevado de alcohol y comida rápida en la calle- durante la totalidad de la temporada estival, provoca una altísima generación de residuos que Calvià 2000 se afana en limpiar diariamente.
A esta gran concentración de personas con una actividad intensa de ocio se suma el hecho de que algunos locales limpian su interior vertiendo sus residuos a la calle, o de que no dejan las bolsas de basura en contenedores sino directamente en el suelo. El resultado es una gran acumulación de residuos plásticos (vasos, pajitas, platos, envoltorios) y orgánicos (restos de comida, grasa, vómitos, líquidos de las bolsas de basura, entre otros) a primera hora de la mañana.
Para mitigar esta huella humana, la empresa pública municipal destina diariamente un equipo de 23 operarios a las calles Punta Ballena, Martí Ros y alguna adyacente, entre recogida de residuos y limpieza. La tarea de estos trabajadores se realiza en la franja horaria con menor ocupación de la vía, entre las 6 y las 10 horas de la mañana, coincidiendo con los servicios de transporte para reparto y teniendo que acabar a la hora señalada para evitar interferencias con la actividad turística.
El conjunto de actividades de limpieza empieza con el barrido mixto, que consiste en la recogida de residuos de la vía pública con una máquina barredora y su operador, y dos peones con sopladores eléctricos. Diariamente, realizan esta tarea dos equipos, que llegan a recoger del suelo 500 kg de residuos todos los días.
Posteriormente, se realiza el baldeo de viales, también diario, que consiste en el arrastre de residuos y líquidos mediante el uso de un vehículo con bomba de agua de alto caudal y dos operarios.
También diariamente, dos equipos efectúan el fregado de aceras, servicio en el que un operador usa un vehículo que tira agua y detergente a alta presión y temperatura, en aquellos lugares donde quedan manchas incrustadas.
Por otra parte, pasa también el servicio de unidad móvil para la recogida de papeleras y la limpieza de zonas específicas (dos equipos), y el camión de recogida de residuos, que se ocupa de recoger las fracciones de rechazo, vidrio y cartón (3 equipos).
Además de estos servicios del área de Mantenimiento Medioambiental, en la limpieza de la zona participan también los equipos del área del Ciclo del Agua. Su función no tiene la misma frecuencia que la de los servicios del otro departamento, pero también es crucial para la limpieza de imbornales y sumideros.
En algunas zonas, concretamente en la calle Martí Ros, su actuación ha sido frecuente, para limpiar y clorar los sumideros de aguas pluviales, que suelen quedar casi atascados debido a la presencia de residuos plásticos y orgánicos, que se juntan con restos de bebidas alcohólicas y vómitos, provocando la emisión de malos olores.
Para solventar este problema, además de la limpieza mencionada, se ha introducido agua presión con un camión cisterna, recogiéndose luego este flujo en tramos inferiores con otro vehículo aspirador.
Además, han tenido lugar otros trabajos destinados a combatir el problema de los malos olores: se ha comprobado la ausencia de atascos en el alcantarillado y se han sellado sus tapas; se ha acreditado que no hay introducción de fecales u otros problemas en las tuberías de pluviales, mediante el uso de una cámara; y se ha instalado un codo invertido en la salida de la tubería de pluviales para reducir la salida de aire por los sumideros.
A su vez se está estudiando la colocación de unas válvulas de clapeta para mitigar los problemas a corto plazo y se están evaluando el realizar inversiones en las pluviales para tratar estos problemas.
En cualquier caso, según los responsables de Calvià 2000, los problemas de olores, grasa y residuos en la zona se reducirían si las personas que transitan por esas calles tuvieran actitudes más respetuosas con el entorno, las infraestructuras y los residentes. Para conseguir este objetivo, el Ajuntament se plantea prohibir la utilización de vasos y platos de plástico y de pajitas, e instar a los restaurantes de comida rápida a cumplir la normativa y limpiar la grasa y los residuos abandonados por su clientela en las calles adyacentes a su negocio.