Se trata de un contrato valorado en 897.000 euros y formado por cuatro lotes: uno de sobres electorales; otro de papeletas; un tercero de manuales de instrucciones para miembros de mesas electorales y un último para impresos electorales.
Es un contrato que la Generalitat empezó a licitar y publicitar en marzo de este año y que, según aseguró entonces, no tiene que ver con la celebración del referéndum de independencia que ha anunciado para el 1 de octubre.
La hoja de ruta soberanista contempla la celebración de elecciones en dos escenarios: inmediatamente después del referéndum si gana el 'no' o unos meses después si gana el 'sí' y en forma de "elecciones constituyentes" para un eventual Estado catalán.
Este es un proceso para la adquisición de material electoral desvinculado del que impulsó el Govern para la adquisición de urnas -que quedó desierto- y que supuso que la Fiscalía presentara una querella contra la consellera de Gobernación, Meritxell Borràs.