Así lo ha expresado la organización ecologista en una nota en la que ha explicado que la primera ocupación de la Dragonera fue uno de los hechos y antecedentes "clave" del inicio de la lucha social ecologista para salvar este espacio ahora declarado Parque Natural.
No obstante, el GOB ha alertado de que Mallorca ha salvado lugares, pero ahora mismo se encuentra en una "situación de alerta ecológica sin precendentes y generalizada" a causa del turismo.
En este sentido, ha criticado que, en estos momentos, todo en Mallorca "se piensa en clave de producto turístico" y ha denunciado la saturación que invade y degrada la isla y los recursos naturales de que dispone.
La organización ha citado, entre otros problemas derivados del turismo en Mallorca, la sobreexplotación de los recursos hídricos, la pérdida de suelo fértil que propiciará "una nueva embestida urbanizadora" en el campo motivada por el alquiler turístico, o la incapacidad de regular los fondeos y el número de coches de alquiler.
También han criticado las ofertas ilegales de alojamiento (en casas y hoteles), o la gentrificación provocada por el alquiler turístico de pisos, así como la especulación que conlleva y la dificultad de hallar una vivienda a un precio razonable.
Ante estos problemas, los ecologistas han denunciado la ausencia de políticas "valientes y decididas" a poner límites al crecimiento ilimitado y al turismo.